Como lo dije antes, el dibujo es una buena terapia, en la cual canalizo y retrato lo que mi inconsciente y abstracción apenas alcanzan a explicar, muchas de esas oportunidades, sentada en mi propio palco, como observadora ajena, mimetizada entre el propio contexto de quienes creen ser extraños y simplemente están ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario